Y no te acuerdas, o quizás quisiste
Olvidarlo del todo y para siempre.
Pero ya ves, aquí te encuentras,
A solas con tu edad,
Pudiendo hablar de aquello que no hiciste mejor,
Con precisión de cirujano experto,
Que de lo que has vivido. Todo
Te sobra desde el púlpito a estas alturas, pobre,
Pobrísimo animal que canta bajo las cigarras roncas
O busca entre sus cuentas el resultado exacto que lo llene de alivio
O teje con sus cuentas, haciendo un gran esfuerzo, el espinazo famélico de su futuro
O sufre o suda al fin con su oficio de lágrimas
O sueña en soledad, después de haber cerrado
La puerta, de asegurarse que está bien cerrada
Para eso, para todo, para siempre.
Pero ya ves, aquí te encuentras
Contigo, con tu edad, que es lo único que tienes
Y te pesa
Igual que la conciencia, ajena o propia,
Con lo propio del mundo y lo ajeno de tu vida.
Diego Vaya, Sevilla, España
1981
Escritor