El beso del soportal
los labios desconchados
relamidos
goteados
se suavizan
con un ligero mordisco
manos escultoras
deslizamientos
por las mejillas
desprendimientos
a las caderas
tiembla la luz del farol
viento del verano
remolino que los gira
boca que no se escapa
el último resto
de saliva
lengua calmada
y una mirada
entre los dientes
como si los ojos
sintieran celo
de tanto hambre
la sombra se extiende
por el callejón
la puerta se cierra
atrapa los dedos
que aún se resisten
a decir adiós
hasta mañana
José Ramón Huidobro, Madrid, España
Poeta vendido.